En 122 años, han salido de su seno, médicos, políticos, historiadores, periodistas que han desplegado su actividad en la vida de la comunidad tucumana. El Sagrado Corazón, prestigioso colegio católico, fundado por los curas lourdistas y conducido históricamente por varones, cuenta desde 2020, días antes de que se destapara la pandemia, con una mujer como rectora. “Llegué convocada por el contador Guillermo Di Lella. Antes, enseñaba en las hermanas dominicas, en el Colegio Santa Catalina; ahí estuve con un cargo directivo. Hace muchos años que estoy en cargos directivos y después entré como rectora al Instituto Técnico Belgrano, fui la primera mujer, también en escuelas técnicas. Me invitaron a incorporarme al equipo del Sagrado porque se jubilaba el rector Mario Albornoz”, cuenta Norma Ruiz de Maccio, profesora de matemáticas y licenciada en gestión educativa, que es rectora del nivel secundario.
- ¿Ejercía la docencia y la gestión educativa, ambas especialidades?
- Terminé de ejercer la docencia en 2018, más o menos. Hice simultáneamente ambas cosas en el colegio de las Hermanas Dominicas, después en el colegio del Arzobispado que es uno de los más grandes, ahí había 1.300 alumnos, un colegio grande y también trabajé en el colegio de la Sociedad de Empleados de Comercio que tienen un colegio secundario, de adultos, ahí trabajé muchísimos años. La gran mayoría de mi carrera fue en colegios católicos. También estuve trabajando en el Consejo de Educación Católica (Consudec) como rectora del Instituto de perfeccionamiento.
- ¿Desembarcar en el Sagrado Corazón fue un desafío?
- Vengo al Sagrado Corazón con el gran desafío de incorporarme a un colegio centenario, con mucha historia con mucho trabajo de los padres lourdistas, desde la libertad, el compromiso con una sociedad por el que ellos habían trabajado tanto. Es una comunidad interesantísima, donde se hacen propuestas re-interesantes y que son llevadas a cabo, un equipo docente fantástico, los alumnos… es una comunidad que forma líderes.
- ¿Uno de los objetivos del colegio es formar líderes?
- Sí, formar líderes que impacten en una sociedad, que tanto necesita de liderazgos para pensar en el bien común, ayudar al que más necesita, involucrarse en la vida social, política, religiosa, de nuestra provincia.
- ¿Qué participación que tienen los padres?
- Hay un involucramiento de ellos muy fuerte, son muy colaboradores en todas las actividades de los chicos, a la par de ellos está la familia. Yo lo siento así, lo puedo percibir en distintas actividades que hemos llevado a cabo en este año, sobre todo, los chicos de que están egresando. Los padres colaboran tremendamente en la semana de ellos, en la Fiesta de la Familia, todas las actividades que los chicos proponen, están a la par los docentes y de la familia.
- ¿La comunidad de padres propone ideas educativas?
- El proyecto educativo institucional nace de los de los directivos y se le propone a la familia, que tiene una gran pertenencia a la institución, tanto los padres como los chicos.
- ¿Se ha incrementado la inconducta en los chicos, que al mismo tiempo tienen la amenaza de la droga?
- Los chicos están muy contenidos por su familia y por el equipo de tutores, preceptores y catequistas del colegio, tienen una conducta propia de los jóvenes, pero sin desbordes, Sinceramente, a veces, se dice que los adolescentes no tienen futuro, yo no podría decir eso porque yo lo disfruto al colegio como directiva y se puede construir con ellos, llevar a cabo muchos proyectos. Ahora, el último proyecto de sexto año se hace con ayuda de Meta Tucumán, y con su profesora de artística están pintando un mural en la calle Marcos Paz y Laprida, es decir es como que tienen esa identidad de ser alumnos del Sagrado, de pertenencia, de involucrarse, ser parte de la comunidad. Quedan dos padres lourdistas, pero no están dentro de la comunidad educativa, sino religiosa. El que maneja todo la es contador Guillermo Di Lella, el apoderado legal del colegio.
- ¿Qué aportes ha realizado usted en estos dos años de gestión? ¿Con cuántos alumnos cuenta la secundaria?
- Hemos hecho muchísimas cosas que no se solían hacer en el colegio: los recreos jugando al ping pong, al ajedrez, se analizó la currícula de ellos, el colegio tiene aula Maker, que ya la tenía, pero la estamos fortaleciendo, allí se dicta todo lo que es programación, robótica, tecnología e informática. En la secundaria hay 450 chicos aproximadamente. Yo me siento como si estuviera hace años en el colegio. La verdad que es un colegio que convoca que recibe bien al personal en su generalidad.
- ¿Se convertirá en mixto en algún momento?
- No, sigue siendo un colegio de varones.
- ¿Cuáles son sus proyectos de largo alcance en su gestión?
- Pretendo que tengan una intervención más fuerte en la sociedad, una intervención socio comunitaria, como esto que estamos haciendo en la calle Marcos Paz, que se involucren en todas las necesidades que tiene hoy nuestra sociedad: el cuidado del medio ambiente, el cuidado de la casa común, como dice el papa Francisco, y el respeto a las normas y a las pautas. En el 2020, el primer día que yo ingresé les propuse a los chicos colaborar en la Anses con los ancianos que hacen las colas, sirviéndoles un café, una tortilla y los chicos han sido proactivos, les encantó hacerlo el primer día de clases. En el Proyecto Techo, los chicos participan activamente. A través del club colegial recaudan el dinero y construyen una vivienda en los barrios que designa la fundación. Tratamos de formar líderes que tengan un compromiso con el bien común. Para mí es fundamental que ellos formen parte del cambio que hoy la sociedad necesita, ese sería el proyecto hacia donde tenemos que apuntar no tan solo el Sagrado Corazón, sino todos los colegios.
- ¿Es una responsabilidad conducir un colegio tan prestigioso?
- Yo me siento orgullosa de que me hayan nombrado rectora de una institución que ha sido centenaria, dirigida por hombres. Para mí es un orgullo, y lo valoro enormemente. La verdad que lo disfruto al colegio que siempre ha sido uno de los pilares de la educación, pero cada vez va creciendo más, se propone grandes desafíos y los logra. Estamos haciendo teatro, estamos abordando también la parte artística. Es lindo para los muchachos. Que no sean las cuestiones duras nada más, sino también esta cuestión de abrirle otros espacios para que ellos puedan vivenciarlos o participar de debates con políticos, con periodistas, con escritores, y eso abre la mente. Yo me siento muy confortada en el cargo donde estoy.